miércoles, 3 de septiembre de 2014

CALLES PROHIBIDAS

Y mientras deambulas absorto por calles prohibidas, olvidas que en tu ensueño aletargado vas eclipsando las imágenes heridas que cabalgan a tu lado y ante ti. Conviertes cada uno de tus pequeños paseos en un laberinto. Olvidas tu pasado. Olvidas tu nombre. Y te sumerges en una extraña danza macabra de paredes blancas donde el ancestral eco de la luna salvaje enmudece todas tus voces y te convierte en una prisión de cerrojos oxidados donde ya es imposible distinguir lo que eras antes de en lo que te has convertido ahora. Te empeñas en refugiarte en el mañana y no te percatas de que mientras caminas se van esfumando a tu paso todos aquellos puentes por donde deberías caminar, por donde podrías aventurarte en busca de algo que ignoras y se llama hoy. Enormes y pegajosas telas de araña se van tejiendo en tus ojos, la piel de tus manos y pies se agrieta y tu corazón pide un refugio fuera de la cárcel de tu pecho. Y no te das cuenta de que los clavos que sellan tu boca cerrada arden también garganta abajo y desgarran tu vientre para rellenarlo de pájaros sin alas. El dolor debe ser insoportable, te atenaza... lo presiento. Como siempre presentimos todo aquello que tiene un final. Te empeñas en seguir quién sabe qué derroteros que pueblan tu mente e ignoras esa burbuja que quiere encerrar tu belleza, que se ha propuesto esconder tu esencia en la recóndita gruta donde las antorchas de la juventud, de tanta y tanta dejadez, se han apagado. Sí, se han apagado. Consumido con tu desidia. Extinguido buscando ese universo infinito donde antaño tus sueños brillaban al lado de los astros. No puedes continuar así por más tiempo. Busca un espejo y mírate. Asómate a aquellas calles donde luces de colores y canciones de esperanza aún puedan conseguir el despertar de tu alma. Puedes. Y debes intentarlo. No está tan lejos como parece desde allí. Sólo es un paso. Y después otro. Tal vez varios más. Sólo los que tú quieras dar. Esos serán los que forjen el sendero que se convertirá en tu nuevo camino. Hasta que por fin te des cuenta de que la noche de tus ilusiones está poblada de cosas hermosas, de que su firmamento estrellado arde en tu interior y que tú también formas parte del aire, del agua... y de la vida!!

Juanma - 3 - Septiembre - 2014





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