"Nada" puede
ser un buen comienzo, pues todo empieza en nada. Nada es como ese hueco que a
veces siento dentro del pecho. Un pozo sin fondo, donde no hay nada. Debo
admitir mi tendencia al caos, a la complejidad y lo subjetivo y con ello
admitir las consecuencias de vivir así. Mis pensamientos rayan quizás en lo
exagerado, en lo intenso, una sucesión de líneas que pasan frente a mis ojos a
velocidades distintas y vertiginosas. En ocasiones no soy capaz de entenderlas,
pero sí de sentirlas, como si cada una atravesara mi cuerpo dejando una pequeña
descarga eléctrica y confundiéndome aún más. Más de una vez he intentado
explicarlo, ojalá tuviera la oportunidad de mostrar a través de mis ojos como
percibo el mundo, porque dentro de mi caos irónicamente todo es lógico, todo es
como debe ser, por el simple hecho de ser, aunque sea distinto a todos los
parámetros, aún lo más inverosímil, irracional o anárquico es natural. Soy
consciente de la inferioridad que represento, no me considero inteligente,
aprendo por que aprendí a aprender, porque saber me da esperanza y no
resignación, resignarme a vivir como no soy es continuar en el camino pero sin
caminar. Los caminos en mi vida suelen ser cortos, con caídas continúas y
tropezones, de otra manera nunca terminaría de andar, así que no, no soy de los
que creen que la felicidad es un largo camino de baldosas amarillas hasta
llegar a Oz. Quizás sea inconstante, tal vez irresponsable, por esta razón mis
metas son a corto plazo, pequeñas, puede que ordinarias a la vista de los demás.
Para mí son extraordinarias. Cerrar círculos y volver a empezar...
Juanma - 8 - Agosto -
2013
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