miércoles, 30 de enero de 2013

LA PRINCESA DEL DESIERTO

La joven princesa estaba triste. Desde que cruzó su mirada con la del cruel jefe de la caravana que atravesaba la inmensidad de aquel desierto, su pensamiento no era otro que rogar a los dioses de sus antepasados que sucediera algo y truncara ese destino que le tenían preparado.


Quizás fueran sus oraciones, o tal vez ese caprichoso destino que siempre parece querer jugar con nuestras vidas, pero aquella tarde cuando la caravana procedía a detenerse para montar el campamento que les cobijaría de la fría noche de luna llena que se avecinaba, aparecieron medio centenar de jinetes armados en ágiles corceles que les rodearon antes de que pudieran darse apenas cuenta.

De entre todos ellos surgió uno cuya cabalgadura destacaba de entre todas las demás. El caballo blanco perfectamente domado parecía una extensión de su jinete, tan sincronizados, sutiles y armoniosos eran sus movimientos.

Se detuvo delante de la princesa, se inclinó hacia ella con una sonrisa y cogiéndola de la mano con un brazo moreno y musculoso, la subió a la grupa de su montura. Un ligero movimiento y su caballo inició el galope hacia el sol poniente. Detrás todos sus hombres se dispersaron perdiéndose entre las sombras del anochecer.

Nunca mas se supo qué fue de la princesa... pero cuentan los hijos del desierto que desde hace siglos,  en las noches de luna llena, se ve cabalgar entre las dunas a dos jinetes abrazados a lomos de un hermoso e
indómito corcel blanco...


Juanma - 30 - Enero - 2013

jueves, 17 de enero de 2013

CUENTOS DE HADAS

En la literatura resulta sencillo: éste es  el príncipe, éste el villano. En la realidad, princesa, suele ser bastante diferente...

Supón por un momento, princesa, que te encuentras un príncipe en la barra de algún bar. Uno al que has visto muchas veces, pero nunca como hoy, con su barba impecable, sus ojos de almohada, su sonrisa de verde bosque y azul cielo. Supón que habla no sólo bien, o perfectamente bien, sino que además canta con voz de bardo. Supón que tiene una guitarra, que se sienta en un taburete y cruza las piernas, que cierra los párpados y se lanza a cantarte una balada, a susurrarte con poesía y música todas tus alegrías y tristezas. ¿Qué harías?

Supongamos que existe este tipo-príncipe, con sus canciones, su conversación, sus ojos y su profunda melancolía. Supón que tiene manos de consuelo y dedos de descubrimiento. Supón que, además, un día fue a la guerra. Y que no se conformó con la violencia, sino que aprendió gracias a ella el precio de la paz. ¿No lo llevarías a tu casa, para ofrecerle cuentos y besos, en la nunca tan alta torre de tu reino en el centro del universo de tu alma?

Y al otro día, princesa, ¿no despertarías ebria de alegría, y muerta de miedo al mismo tiempo? ¿No te has encontrado, princesa, recibiendo aliento de una boca ajena antes de descubrir que el héroe boicotea su propia felicidad? ¿Y cuántas veces en la página del libro encontraste un manchón oscuro o un vacío donde antes había un protagonista y una promesa?

¿Y qué hacer, princesa? ¿Seguir besando sapos por si se convierten en príncipes? ¿Seguir vigilando las fronteras de los pantanos y los caminos de los bosques?

Yo me declaro incompetente. Y además me declaro impaciente, impotente, insolente e inocente. Declaro que mi radar siempre ha estado descompensado y desorientado y que, cuando en busca de un dragón camuflado o una princesa de cuento de hadas he encontrado una mujer real, ésa que era sólo para mí con todos sus defectos y virtudes, no he sabido verla. Me declaro tan inhábil como demente. Me declaro culpable. Me declaro perplejo de una vez y para siempre.

Y a esas princesas hermosas y esos príncipes valientes o azules, esos personajes de utopía y cuentos de hadas que nos vendieron en la cama desde pequeños en las oscuras noches de tormenta, los declaro muertos e inexistentes...

Así que, cuando despierte de mi hechizo, seguiré buscando princesas de carne y hueso...


Juanma - 17 - Enero - 2013

domingo, 13 de enero de 2013

AGRADECIDO

Hay un universo de pequeñas cosas que quiero agradecer... "Sólo para locos" ha cumplido ya más dos años, no sé cuántas entradas publicadas, cuantas visitas recibidas, ni cuantos comentarios me dejaron amablemente aquell@s buen@s amig@s que un buen día llegaron para quedarse o tan sólo para echar un vistazo; de todo este tiempo lo primero con lo que me quedo es con la calidad de buen@s amig@s que he encontrado desde aquel 10 de Diciembre de 2010 en que decidí dar vida en un blog, como otras tantas veces en mil cuadernos, a alguno de los pensamientos que desvariaban o anidaban dentro de mi cabeza...

Buena idea hubiera sido iniciar este blog hablando un poco de mí, pero no creo que hubiera llegado a buen puerto ni que a nadie interese demasiado mi vida más allá de lo que leen de mí... tampoco hubiera encontrado demasiadas ganas para hacerlo... en realidad no creo que fuese nunca capaz de conjugar las palabras adecuadas para definirme...
    
Sigo en la lucha, sigo intentando auto definirme y no sé si algún día llegaré a concluir este ingente trabajo de preguntas y más preguntas sin respuesta que es mi vida. Pero durante estos dos años he disfrutado al máximo de gente tan maravillosa que han convertido mis cuatro esquinas en algo tan especial como imprescindible.
   
De este mi pequeño universo particular podría decir muchas cosas, pero sólo basta dar un vistazo a esas letras conjugadas desde lo más hondo para darse cuenta de que, día a día, alimentáis las ganas de compartir y exteriorizar junto a vosotr@s tantas y tantas pequeñas estrellas que configuran este nuestro gran universo particular.
   
Aprendí muchas cosas, entre ellas que las distancias suelen ser largas, pero aquí no vale el kilometraje; el inabarcable firmamento o los océanos más grandes se convierten por arte de magia en pequeños charcos donde apenas alcanzamos a chapotear. Aquí no existe la timidez que ahoga la voz que da vida a nuestros pensamientos; aquí pasa desapercibida, se marcha aburrida, porque la voluntad es real y con ella se puede conseguir todo.
  
Gracias por seguir acompañando mi vieja, girando entre locos... Quiero confirmar que nunca es demasiado tiempo, que si dejo de ser piel es sólo para convertirme en aire... para fluir con la excusa de no perderme en el abismo, de confluir entre vértigos coloristas, de ser luz fluorescente entre verbos perseguidos, de sustituir la alegría por la caricia que suena a descontento, palabras que enmudecen, ventanas que se abren, ausencias que noto cercanas y estas cuatro esquinas que rezuman amistad desde cualquier ángulo.

Gracias por acompañarme en el camino, quizás físicamente nunca podremos acreditar un abrazo, una mirada, una complicidad más allá de esta galaxia virtual, una sensación que erice el vello o un café caliente a media tarde, pero qué más da, compartimos cosas mucho más importantes  y son esas palabras cargadas de sentimientos las que nos unen, las que nos hacen estar cerca, entre estas cuatro paredes, en las tuyas, en las de él, en las de ella... o quizás en las de ellos, porque no miramos la frialdad de la pantalla, miramos más allá, hacia el tenue contraste de la realidad más absoluta, donde encontrar la aventura es a veces menos complicado de lo que parece.
   
Puede que esto sea una declaración de buenos principios soñados o imaginados, pero necesito expresaros mi gratitud, mientras voy asimilando las múltiples recompensas que me son otorgadas con vuestro tiempo, cariño o comentarios...

Bienvenidos a la universal teoría de la cercanía, transportando a través de la distancia  los susurros del tú a tú frente a una pantalla de ordenador donde creamos un universo de pequeñas cosas haciendo que la felicidad asome por la ventana sin dificultad.

Gracias por regalarme la magia de la amistad con la que se puede dibujar lo inalcanzable, delimitando la impaciencia de desterrar la imprudencia de no creer que un buen sueño pueda cualquier día hacerse por fin realidad.
 
Signos cifrados, formulas entrelazadas, sinfonía de colores, navegando entre surcos, compartiendo ilusiones, volando entre nubes de esperanza, sumergidos en maravillosos silencios, saltando de alegría, elevándonos sobre los deseos. A veces trazando rectas paralelas, girando en espirales, descifrando  miradas, interpretando caricias, revelando  sonrisas, regalando sueños...

Imágenes en arco iris, sueños entreverados, deseos tamizados, ansias emergentes, oteando esperanzas, planeando voluntades, azul de tu cielo soy, azul de mi cielo eres, surcando el aire que respiramos y viajando a través del tiempo en espirales concéntricas hasta un mismo punto convergente...

Origen,
Fin,
Tú,
Yo,
¿Estas...?
¿Si...?
Te encontraré...
Ya te veo...
Danzando a tu alrededor...
Sólo para locos...
No para cualquiera...
Gracias por venir,
Gracias por estar ahí...

        *  *  *

Hay un universo
de pequeñas cosas,
que sólo se despiertan
cuando tú las nombras...

Hay un universo
de pequeñas cosas,
de hermosas luces
que sin ti son sombras...

Hay un universo
de pequeñas cosas,
que vuelan risueñas
cuando tú las soplas...

Hay un universo
de pequeñas cosas,
un océano de sueños
siempre que me arropas...



-Amigo... aún no alcanzo a conocer cúal es tu universo, pero si  una gran parte de él...

-Gracias... y no te preocupes amig@ mío, algún día lo descubrirás...
                                                                
                                                                         


                                                                           

¡¡¡GRACIAS A TOD@S POR ESTAR AHÍ!!!




   Juanma - 13 - Enero - 2013