miércoles, 18 de diciembre de 2013

TU AUSENCIA

El tiempo resbala de los relojes, se escapa por entre las grietas, se escurre de entre mis dedos... y ya no me alcanza ni con todas las horas de esperanza que generosamente me regalan. No basta con los sueños conservados, las pinceladas de magia, los versos encontrados. No basta con los nombres que recuerdo, que invento o que pronuncio para rellenar tu ausencia.

El tiempo se escurre de entre mis dedos cuando recorro las calles y los parques en tu ausencia, cuando evoco tu figura en las nubes o creo escuchar tu risa en la melodía del viento. Cuando despierto a medianoche y no estás, cuando mis manos no encuentran tu piel, cuando busco con mis labios tus pliegues, tus sabores, tus cicatrices, cuando a mi nariz ya no la embriaga tu aroma, cuando susurro en silencio lo que recitabas en voz alta, cuando leo lo que escribimos, cuando palpo el vacío y añoro lo que falta, cuando regresas en medio de un sueño o una canción, cuando recorro geografías que invadimos y países que conquistamos, la esperanza  no me alcanza.

El tiempo resbala de los relojes... y no me alcanza. No me alcanzan los años ni me alcanza el valor. No me alegran las sonrisas ni las emociones. No me alcanza la sabiduría, no me alcanza el amor. No me duelen los llantos ni los lamentos. No me alumbra la luz, no me ciega la oscuridad. No me alcanza la ilusión, no me llega la fe, no me basta el corazón.

Me dejo llevar hundido como el ayer, gélido como el invierno; congelado de sorpresa y enfermo de abandono. Me acurruco en una acera que no me reconoce, condenado como la confesión de un reo, oscuro como el mañana que no tuvimos... y ni todas las maravillosas luces de la ciudad, ni todas las espléndidas estrellas del firmamento, me alcanzan...

Juanma - 18 - Diciembre - 2013

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