martes, 11 de junio de 2013

EL YO DE ANTES

Algunas veces me da por releer mis escritos antiguos y me sorprende cuán rápidamente se han ido los yo que era antes y cuán lejos de esos yo están los yo que soy ahora. Mucha agua debajo de los puentes, quizás terribles inundaciones. Hace tiempo que llueve demasiado. Y quizás también demasiada vida, demasiado trasiego, demasiada existencia o inexistencia, vete tú a saber. El caso es que cuanto menos llueve, más diluvia. De todos modos hay algo que no varía y que parece ser esa minúscula gota que soy verdaderamente yo, y que es semejante a lo que puedo entrever al mirar hacia todas partes a la vez, que es como mirar a ningún sitio en concreto. Supongo que tiene algo que ver con el mañana, casi tanto como con el ayer. Como un retrato en el que dejas de ser persona y pasas a ser personaje. Como el aire y el éter de que están compuestos mis delirios y fantasías antes de que aparezcan las palabras. Tal vez debería mostrarme como uno de mis personajes ante mí mismo. No sé. Pero ahora que no encuentro a mis yo de antes, ahora que parecemos extraños y que el cielo amenaza tormenta cada vez más a menudo, si algún día consigo volver a ser el yo de antaño en uno de mis personajes, al menos sabré cómo se camina y sobrevive en mis relatos. Y si lo consigo, no me lo pienso perder. No me lo quiero perder por nada del mundo...

Juanma - 11 - Junio - 2013

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